SILENCIO En la casa no se oye nada, ni un murmullo, las hojas no se mueven, los pájaros quietos, la luz blanca que penetra por mi ventana, la cortina lechosa cayendo al suelo. El libro de poemas abierto y el poema callado. Sólo el polvo en suspensión por el rayo de luz, sólo la luz que me envuelve. Que me requiere, levántate, corre, coge tu pluma y escribe solo un verso, solo un poema, de silencios, de luces, de palabras calladas, de palabras murmuradas, que caigan en el cercano mar. Javier Serrano